
Vulnerabilidad: Es ahí donde esta la verdadera fortaleza. Los cimientos para que nada ni nadie te tumbe.

Los HS somos vulnerables prácticamente por definición. Si detectamos todo, y somos sumamente emotivos y empáticos, entonces, todo nos afecta. Profundamente.
Cuando yo era chica, (antes de saber de todo esto) me hacía la fuerte y después de las consecuencias, me preguntaba ¿porqué no era más dura? ¿Más práctica? ¿efectiva? ¿rápida y asertiva? ¿Porqué todo tenía que ser tan complicado adentro de mi? ¿Porqué me enfermaba? Las razones de por qué todo me afectaba tanto era un verdadero misterio. Y lo peor de todo es que me estorbaba. Yo quería ser otra persona.
Para subsistir empecé a bloquearme. Dejé de ver, observar, escuchar, -de sentir no porque eso me era inevitable pero sí lo intenté. Vivía mi vida sin estar realmente ahí. Literal, en “Modo: Sobrevivencia”. Y, por lo tanto, no recordaba nada o si sí, eran micro detalles que nadie más detectaba y me tachaban de loca o de súper tonta o de súper exagerada, entonces yo más me bloqueaba.
No sabía cómo acomodar a mi Vulnerabilidad adentro de mi para que me dejara de estorbar.
Eventualmente, ya de adulta, descubrí que era empática. Lo que los demás sentían, lo sentía yo también. ¡Yo ni siquiera sabía que eso era posible!
Me di cuenta que me angustiaba -realmente- todo. Los osos polares, el cambio climático, la contaminación en China, de los ríos, océanos, las tortugas que se tragan bolsas de plástico, cómo hay gente que sigue usando popotes por la flojera de inclinar el vaso, la sobrevivencia del planeta, lo que algunas personas hacen por dinero sin ningún escrúpulo, los niños con hambre en África y en México, todos los Híper sensibles que están allá afuera sin saber que lo son sin entenderse y sin saber qué hacer consigo mismos… Me preocupa mi hijo, mi esposo, mi familia, mi hermano… también todos los niños, animalitos y plantas que sufren, los bosques hermosos que los incendia el gobierno para construir más casas…. –Mi angustia es Real y no hay gran cosa que yo pueda hacer por ningún tema mencionado.
¡Vaya! Puedo hacer mi micro parte, pero nada más.
Esta empatía me hizo darme cuenta de cuán vulnerable me siento Todo el día. Ante todos los temas. De todo el mundo.
Esa empatía -que es una de las 4 característica básicas de los HS- me hace sentir tremendamente vulnerable. Como si viviera con la piel al rojo vivo, la panza retorcida y la mente a mil por hora tratando de crear soluciones. Me siento como una vela encendida en medio de una tormenta tropical. Creo que no es necesario decirlo pero, vivir así es sumamente difícil. Y más en este mundo y en este siglo. No hay esquinas donde esconderse. Hay estímulos por todos lados, de manera constante, responsabilidades, actividades, gritos, música, noticias, whatssapp, imágenes, ruidos, blip-blips de teléfonos celulares de la gente que pasa por la calle, señales inalámbricas de wifi… Me pregunto a veces ¿porqué decidió la humanidad que la vida en medio del bosque no era tan buena? Quiero creer que realmente estamos evolucionando… ¡eso espero!
Bueno… ¿y luego?
Ok. Así soy. Así somos los HSP. ¿Qué podemos hacer?
El hacerme la fuerte, ya vi que no me sirve de nada. El atacarme con etiquetas e insultos, tampoco. El ignorar mi realidad, tampoco. El tratar de huir o bloquearme, tampoco. El romperme o fragmentarme un chirris más, ¡menos! El quejarme y vivir esto como víctima, ¡jamás!
¿Qué sí sirve?
La única: abrazar nuestra realidad.
Somos Hiper Sensibles. Somos vulnerables.
Yo digo que la felicidad está en la Aceptación.
En este aspecto, nuestra verdadera felicidad está en Aceptar que así somos. Así debemos vivir. Con todo el oleaje emocional que conlleva esta marea. ¡Y vaya que sí marea! Tomando todas las sensaciones que se vienen a cada segundo de cada día. Que es abrumador si, sin duda. Qué necesitamos mucho tiempo Diario para procesar, vivir e internalizar todas esas sensaciones para las cuales no existen nombres, también. Que no es fácil, pues no. Y que ni modo, pues también.
Dentro de esa Aceptación se encuentra también el abrazo.
Al abrazar e integrar con profunda aceptación y humildad a la vulnerabilidad es dónde se encuentra La Verdadera Fortaleza. Cuando nos dejamos caer -o derrumbar- ante los eventos de la vida es cuando pegamos nuestros pedazos y aprendemos las lecciones. Y, después volvemos a salir Enteros, Íntegros y Sólidos, ahí es donde nada nos tumba.
El gran truco es hacer este proceso seguido. Cada vez que lo necesitemos. La meditación la recomiendan dos veces al día… ¡Ya sé! ¡Esta pelón! Pero ultra Mínimo, cada noche. Usar el fin de semana para realmente descansar, procesar, sentir y aceptar.
Llevar un diario, sirve.
Tener Prácticas que te conectan internamente como meditación, pranayama, yoga o tai chi, son nuestras líneas de vida.
Salir descalzo al jardín, bosque, mar, río u lo que tengas cerca es muy necesario.
Jugar, reír, bailar, cantar … Todas esas actividades que regresan el alma al cuerpo y que te elevan emocionalmente, son vitales.
El auto cuidado, lejos de ser un lujo, es imperativo. Y en estos tiempos que no hay tiempo para nada, es todo un verdadero reto. Por eso mismo, obliga.
Vista a la vulnerabilidad con un lente más positivo:
La vulnerabilidad te conecta mejor con otras personas. Si bien nuestra interacción con la gente es poca, definitivamente es de calidad, profunda y real. Tal vez no tengamos mil amigos, pero los diez (o tres) que tenemos, son de neta.
A través de la vulnerabilidad, nos dan ganas de ayudar a los demás, de cambiar al mundo, de traer nuevas soluciones innovadoras, creativas, llenas de luz y esperanza pues sabemos que nuestra sobrevivencia depende de ello.
Y es por esas causas que decidimos salir de nuestra cueva para ayudar y contribuir.
Piensa y aplica esto en ti mismo, querido HSP ¿Qué puedes hacer tu en tu espacio pequeño para cuidarte y cuidar de los demás en un mundo tan frágil? ¿Cómo puedes ser lo suficientemente valiente para ser vulnerable y evolucionar consciente y positivamente?