
"Paaaadezco, suuufro cuando no hay clases! ¡Me uuurge que regrese JuanPi a la escuela!”, me dijo una mamá durante una consulta.
Su hijo es Altamente Sensible.
“Amiga, tu hijo te siente. Siente tu rechazo. Por eso se porta tan mal y decide hacer exactamente lo que no quieres que haga. Mala atención es mejor que ninguna atención. ¿Quieres un consejo? Apaga tu celular, las cosas que tienes que hacer pueden esperar y tírate en el piso a jugar con él, a lo que él quiera. Llena su ‘Cubeta de la Atención’ y conecta con él. Dale el 110% de tu concentración y cariño.”
En ese momento, ella se sintió culpable, fue a abrazarlo y a hacerle cosquillas cuando él estaba distraído en otros asuntos. Él, de tan solo dos añitos, la rechazo con quejidos y empujones.
“¿Ya ves cómo me trata?” dijo en tono de víctima.
“Ley de Newton, amiga. Misma acción, misma fuerza, pero en sentido contrario. Si tu lo rechazas, él te rechazará a ti con la misma intensidad y en sentido contrario.”
Observa muy bien la energía que diriges hacia tu hijo, consciente o no, él la está recibiendo.
Generalmente nos damos cuenta de lo que se nos regresa, más no de lo que enviamos.
Recuerda que lo más importante de nuestro trabajo parental es la relación que tenemos con ellos. Asegúrate de darte un espacio para tu auto-cuidado, para poder estar bien y cuando estés con tus hijos, hazles saber que los gozas y los amas por sobre de todas las cosas. De esta manera ellos no solo no se sentirán rechazados –que es Muy Importante–, sino que además, tampoco rechazarán todo lo que venga de tu parte.
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