
¿Por qué pegan los niños?

¿Por qué pegan los niños?
Hay muchas razones, pero en mi experiencia como Coach Parental, una de las más comunes es porque nosotros, los adultos, no escuchamos.
Tengo dos ejemplos muy claros:
Uno,
La hija que se tiene que ir al trabajo, “Vete con tu abuelito”, la nena abrazada de la mamá con uñas y dientes, “Ándale que tengo prisa”, la niña no suelta y se empieza a quejar. El abuelito la toma entre brazos y la niña pega.
Dos,
El niño esta jugando y el pañalito ya huele. “Ven Mateo, vamos a cambiarte el pañal”.
Mateo ignora al papá porque esta ocupado trabajando en su proyecto.
“Ándale Mateo, ven.”
Mateo siente el tacto de papá y dice, “No, papá…” y se regresa a su trabajo / juego.
Papá carga a Mateo y el niño se escurre como espagueti hacia el piso para regresar a su trabajo.
Papá lo vuelve a cargar, ahora más fuerte, Mateo suelta el manazo. Papá lo regaña, “¡Eso no Mateo! ¡No me pegues!”
Lo sigue cargando forcejeando y Mateo le da un cabezazo.
Los niños no tiene la capacidad neuronal para decir, “Espera papá, deja termino mi proyecto y luego hacemos lo que tú me pides” o “Mamá, en realidad me quiero quedar contigo.” Nos expresan sus necesidades y deseos con el llanto y la expresión corporal. Nosotros debemos volver a aprender a leer sus acciones que nos dicen, muy claramente lo que sus palabras aún no pueden decir. Si te fijas, los niños no están haciendo nada malo. Se están expresando y si nosotros continuamos de necios, ellos se empiezan a defender, dando tres advertencias previas:
“Papá a la una” (se hace como espagueti resbaladizo)
“Papá a las dos” (da un manazo)
“Papá a las tres” (cabezazo)
El reto es darnos cuenta y observar su expresión corporal ANTES de activar su amygdala.
¿Qué haríamos nosotros si alguien nos carga en contra de nuestra voluntad?
¿Qué haríamos nosotros si hemos sido ignorados tres veces?
