
Mejor ya no hay que ir de compras

Las Personas Altamente Sensibles tenemos un cerebro con un cableado diferente orientado hacia la sobrevivencia. Estoy segura –aunque no tengo pruebas– de que cuando empezaron a aventar la basura al mar, un HSP dijo, “…pero esa es una muy mala idea, ¿qué vamos a hacer cuando el mar se llene de basura?” …y el otro 80% se rieron de él.
Bueno… hubieran escuchado.
El fin de semana pasado estaba con mi hijo en el centro comercial… gracias a una amiga conocedora del tema, ahora sé que el 99.99% de la ropa que traen a mi país, o contamina al planeta (con las telas, los tintes y el desperdicio de tela), o no le pagan bien a sus trabajadores (incluso hay trata y abuso detrás de la ropa más fina y cara… y de la barata también) o son crueles con los animales (los productos de piel como las bolsas, los zapatos, etc.). Y que cada centavo que gastemos en esas empresas es apoyar a esa mal praxis.
Ese día le tenía que comprar algo a mi hijo y me sentía fatal entrando a las tiendas de moda rápida que son las peores de todas. Caminamos todo el centro comercial y no encontramos lo que necesitábamos.
Luego fuimos al restaurante que mi hijo felizmente eligió, una cadena trasnacional, que estoy segura que no usa comida orgánica, ni vacas felices, ni pan de masa madre. Sino todo lo contrario. Pedí un pescado con brócoli al vapor –si, también me sentí culpable por ser tan cruel con mi paladar, pero era lo único amigable con mi talla de ropa.
Luego nos subimos a mi coche que usa gasolina, sobre una calle de asfalto cero amigable con… nada ni nadie.
Como no encontramos lo que necesitamos, me metí a comprar sus camisas en linea en una tienda orgánica, de algodón orgánico, los precios estaban bastante decentes… claro que, me los van a enviar por paquetería y eso es gasolina y contaminación y blah, blah…
Días como aquel, me hacen reflexionar cómo es que hemos hecho todo mal, como humanidad. Me hacen sentir con culpa todo el tiempo, he dejado de disfrutar las cosas y las experiencias… y tampoco esta bien.
Tal es mi crisis que quiero cambiar al mundo, pero no sé cómo empezar. Y, honestamente, no me toca. Al menos no a mi sola. Necesito de tu apoyo para empezar a hacer un cambio significativo.
¿Qué sí podemos hacer?
Cada decisión que tomamos es un indicativo para las grandes empresas. Si apoyamos a tiendas sustentables, responsables a nivel social y ecológico, y también, conscientes con los animalitos… cada dólar que gasto, es una flecha de “por aquí”.
Hace años la yoga no existía en este lado del planeta y ahora es una industria millonaria, porque la gente lo pidió. Lo mismo sucede con la comida orgánica y de comercio justo. Y ahora el movimiento hacia la ropa sustentable y de salarios justos viene con mucha fuerza.
Nosotros, las Personas Altamente Sensibles, claro que por empatía solemos voltear la cara al otro lado porque nos duele. Voy de acuerdo, no veamos los videos, no necesitamos hacerlo. Ya con saber lo que sucede, se nos revuelve la panza. Al mismo tiempo, estamos programados para la sobrevivencia. Hagamos consciencia de ello y, te invito a programar acciones y gastos hacia las empresas que hacen un esfuerzo extra para salvarnos como especie y como planeta. Comercios locales que luchan no solo por salir adelante, sino también por aportar su granito de arena hacia un mundo mejor.
Claro, no siempre se puede o no en totalidad. También hay momentos en que debemos soltar y ni modo. Al mismo tiempo, haciendo este esfuerzo, iremos cambiando las cosas poco a poco.
Vivir en consciencia no hace nuestra vida diaria más fácil. Pero el saber que apoyas el lado correcto de la balanza, que aportas hacia la vida, vale la pena el esfuerzo extra… y podremos dormir con la consciencia más tranquila de darle un mundo mejor a nuestros hijos y nietos.

Mi hijo "Llora de la Nada"
