
El Apego Seguro, las personas exitosas y los tiranos

Thanksgiving.
Tengo una amiga norteamericana que lleva 15 años viviendo en México y hasta ahora pudo hacer su cena de Agradecimiento o Acción de Gracias. Mientras cenábamos el tradicional pavo con salsa de cranberry y puré de papa, estábamos diciendo de qué estábamos agradecidos.
A la hora del postre (pie de calabaza, por supuesto), salió la conversación de cómo educar a los niños y una mamá me dijo, “Ha de ser bien difícil ser mamá de un hijo único y restringirte a no darle todo tu amor y toda tu atención, ¿verdad?”
Mi respuesta fue, “¿Y porqué querría yo limitar eso?”
“¡Pues porque si no se vuelven tiranos!”, gritó.
“No, amiga. No. Lo que se limita son los permisos, el dinero, los regalos, el no helicoptereárlos, el no meterme en su vida para solucionar sus problemas, el no darle un coche nuevo después de que imprudentemente destrozó el anterior. No confundas la abundancia en tiliches, con amor. Los regalos en demasía se dan por culpa, no por amor. Eso es lo que los vuelve yo-yo’s.”
En realidad, si te pones a pensarlo un poquito, los tiranos son los que han tenido –independientemente de las circunstancias- una distante y/o mala relación con sus madres.
La idea de tratar mal a los niños para que hagan lo correcto es Total y Absolutamente contradictoria.
El Amor Incondicional y los Límites Sanos son dos departamentos completamente diferentes en el tema de la Crianza. Los regalos se dan en su cumpleaños y en Navidad. Los permisos solo cuando se los han ganado. Sus problemas (después de cierta edad, claro) los resuelven ellos. Y los coches, si ya destrozó uno, el transporte público será su única opción. Ahí es donde se aplican los Limites Sanos. No en el amor. El amor es incondicional. Y demostrárselos es importantísimo para ellos.
El amor y la atención son las bases para un Apego Seguro. Y lo más importante en la parentalidad es: crear un Apego Seguro. En donde nuestros hijos saben que cuentan con nosotros al 100%, en las buenas y especialmente en las malas. Es lograr un delicado equilibrio entre:
- darles sus espacios, que cometan sus errores –en un espacio controlado, por supuesto- y vivan las consecuencias de sus acciones o no acciones.
- el estar siempre disponibles para hacer nuestro trabajo como mentor y guía amoroso. Cuando llegan todos hechos bolas porque la vida los enbolonó, estamos ahí para orientar, hacer preguntas y, dar, si es que nos lo piden, un consejo. Muchos abrazos, un, “confío en ti” y un “te quiero” al final de la conversación es de primordial importancia.
Durante un experimento científico en los años 80’s, empezaron a seguir a cientos de niños de todos los niveles sociales y distintos países; esos niños ya son adultos ahora. Y se dieron cuenta que, los únicos que lograron salir adelante (independientemente de su nivel social, oportunidades académicas o circunstancias de abuso) es porque en su vida tuvieron aunque fuera una persona (su coach del futbol, su abuelita, tío, mamá… alguien) con quien tuvieron un Apego Seguro.
Es decir, el amor y la atención se dan a borbotones. Demostrarlo es vital para su seguridad y su auto estima. A nivel científico se sabe que el Apego Seguro es lo único que hace que los hijos salgan adelante, pase lo que les pase.
Al final de la noche, mientras limpiaba la casa, di las gracias por mi trabajo, pues puedo ayudar a muchas familias confundidas y hasta desesperadas en la crianza de sus hijos y de tener los conocimientos científicos para poder debatir esos malos consejos y educar a mi niño de una manera distinta con Conexión, Respeto y mucho, muuuuuuucho Amor.
En el Taller de Crianza con Conexión y Respeto explico más a detalle sobre este delicado balance.