Según Elaine Aron PhD los niños Altamente Sensibles son blancos favoritos para los bullys porque son emocionalmente intensos y dan la respuesta exacta que ellos quieren: el llanto. Y la gentileza para no pelearse ni ponerles límites.
¡No te asustes, esto no aplica a todos los Niños Altamente Sensibles!
En mi opinión, todo los niños en algún momento sufren bullying, están los que saben cómo detenerlo y los que no. Mi niño es el mas cool, tiene mil amigos y con todos se lleva bien, pero el día en que su mejor amigo le da lata –la lata normal de niños –le afecta muchísimo y no sabe qué hacer.
¿Cómo podemos ayudar?
Depende de la edad y la personalidad de tu hijo. Si es pequeño, puedes intervenir más. Si está en primaria menor puedes dar ideas tras bambalinas y debes permitir que él / ella se defienda solo.
Es muy importante que ¡No lo helicoptereés! No salgas corriendo a hablar con la maestra. No salgas con un bat a sorrajar la cabeza del bully, aunque te mueras de las –muy comprensibles–ganas.
Cuando yo tenía 3 años, llegué del kínder a platicarle a mi mamá que un niño molestó a mi hermano y que yo me dirigí a partirle su maceta, “¿Y pudiste?”, preguntó mi madre. “¡¡Nooooo!! ¡¡Su mamá no me dejoooooo!” … o sea, defender, además de que socialmente no es posible, no sirve de nada. Deja que tu hijo lo confronte por sí sólo. Es básico. Le va a servir para toda su vida.
Helicopterear o proteger simplemente no funciona porque le estás quitando la oportunidad de ser fuerte y de sentirse orgulloso de si mismo.
¿Qué sí podemos hacer?
1) Ayúdale a que se sienta fuerte
Le puedes decir algo así: "No sé cuál sea el problema de esas niñas, posiblemente son bulleadas en su casa por su familia y están tratando de procesar esos sentimientos contigo. Esto NO esta bien y lo debemos de detener HOY. Tú no tienes por qué aceptar esos tratos y se lo vas a decir, bien segura, bien fuerte, ¿Qué crees que le puedes decir?"
2) Que se defienda
Aunque, es importante aclarar que defenderse no es lo mismo que atacar. No se trata que salgas corriendo a inscribirla a clases de Karate. Es importante lograr el delicado balance entre darse a respetar y mantener su compasión y empatía por los demás. Podemos decir algo así,
“Es posible que Diego haya tenido un mal día y por eso andaba comportándose de esa manera, pero eso no significa que no te quiera o que no sea tu amigo. ¿Sentiste que ya no era tu amigo? (…) ¿Cómo crees que puedas restablecer su amistad?”
O
“¿Te acuerdas cuando conociste a un niño en el parque que te dijo, ‘Yo tengo 9 años, ja-ja, ¡te gano!’ Y tu le respondiste, ‘No importa, no son competencias.’ ¿Recuerdas la cara que puso el niño? ¿Recuerdas que inmediatamente después se pusieron a jugar? A veces las personas dicen o hacen cosas por razones –de ellos mismos– que no tienen nada que ver contigo. Si no le das importancia, pasan al siguiente tema. ¿Me puedes repetir qué dije? (…) ¿Qué puedes hacer la siguiente vez?”
O
“Posiblemente a Mateo no sabe que eso no es amable. Es importante que tú se lo hagas saber, ¿qué crees que le puedes decir?”
O
“¿Sentiste horrible cuando te dijo / hizo eso, verdad? Si. Lo entiendo. A mi tampoco me gustaría. ¿Cómo le puedes hacer saber que tú no aceptas ese tipo de ‘juegos’?”
3) Probablemente tu hijo necesite ensayar
Estamos creando un nuevo camino neuronal entre la Amygdala y el cerebro superior. Recuerda que cuando nos sentimos asustados, el Modo Sobrevivencia (la Amygdala) toma el poder y o nos enojamos, o huimos, o nos congelamos, o nos desmayamos. Probablemente tu hijo Altamente Sensible se congele y no pueda salir de ahí para defenderse. Entonces, practiquen, hagan juego de roles contigo o con sus muñecos para que sepa que sí puede hacerlo y en el momento le sea más fácil hacerlo.
4) Festeja sus logros
Posiblemente no pudo hablar como lo habían ensayado o le salió la voz tembolorosa o lloró. No importa. Festéjale cuando sea valiente como si se hubiera graduado ¡de la universidad! "¡Fuiste súper valiente! ¿Cómo te sientes ahora que ya pasó?"
El hacer la pregunta después es vital porque eso les da El Poder de solucionar y enfrentar la situación, sean de la edad que sean. Al trabajar el área pre-frontal de su cerebro les da la posibilidad de tomar “los cuernos del toro”, hacer planes y crear soluciones. Eso genera respeto. Y el auto-respeto elimina el bullying.
Si es muy pequeño o no se le ocurren ideas, pueden hacer un plan entre los dos. Pero es súper importante que lo ejecute tu hija sola.
Esta herramienta te sirve para solucionar cualquier problema a nivel social, independientemente de que tu hijo sea bulleado o no.
Había un video que se volvió viral de un maestro que enseñaba a los niños bulleados a decirle un halago al bully. Si llegaba la niña molestona, el bulleado le respondía, “Qué bien te ves hoy, Dany.” Dejándola desarmada. No me consta que eso funcione, pero de que saca de onda, eso que ni qué. De todas formas creo que una táctica así sólo funcionaría uno o dos días. A la larga, confío en que es más importante reparar, construir y fortalecer al niño desde adentro. Trabajando y construyendo la seguridad en sí mismo, su autoestima, su inteligencia emocional, su cerebro superior (el área prefrontal) y su auto-respeto.
Aprovecha estos conocimientos para “armar” a tu hijo desde adentro, para que cuando regrese al cole, ya esta completo –de adentro hacia afuera. Y, cuando tenga un día difícil, que sepa que eso fue: un día. Sólo un día –y no una vida.
Photo by RDNE Stock project: https://www.pexels.com/photo/boy-sitting-on-his-desk-while-pointing-towards-the-camera-6936412/
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