Cuando los niños se portan “mal”, generalmente es señal de inmadurez neuronal.
Cuando los niños gritan, generalmente es señal de inmadurez neuronal.
Cuando los niños pegan, generalmente es señal de inmadurez neuronal.
Y es por esta inmadurez neuronal que necesitan de nuestra guía, no nuestra furia.
Es importante establecer el limite no negociable de manera firme y amorosa, para que vayan aprendiendo.
No unirnos a su caos.
No podemos ordenar, avergonzar o castigar su inmadurez. Al contrario, para un desarrollo sano, los hijos dependen de nuestra sabiduría y de una guía firme y amorosa.
¿Qué sí podemos hacer?
Debemos darles el espacio para crecer y madurar. Cuando les damos este espacio, su cerebro se puede relajar y así, podrán aprender –y madurar– día con día. Si los niños viven estresados su cerebro no se desarrolla bien.
Es necesario establecer limites, por supuesto. Sobre todo cuando se trata de Limites no Negociables (como cuestiones de salud, seguridad, daño, ética…) pero cuando sí son negociables, y tu hijo ya puede empezar a tomar sus propias pequeñas decisiones, es importante darles el derecho a elegir.
Es importantísima la Inteligencia Emocional para que puedan unir sus hemisferios y entenderse a sí mismos. Que puedan saber la diferencia entre “soy una mala persona” de “es un mal momento”.
Es básico el Apego Seguro y la Parentalidad Autoritativa, en donde ellos saben que cuentan con nuestro apoyo sí o si. Aunque eso NO significa que les vamos a resolver la vida, sino que los vamos a ayudar a pensar en sus propias decisiones.
Todas estas acciones, poco a poco, día con día, van ayudando a que el cerebro de nuestros hijos vaya madurando y desarrollándose bien. Fuertes. Capaces. Inteligentes. Y… ¡felices!
Photo by Pixabay: https://www.pexels.com/photo/hands-portrait-child-57449/
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