Ya sabemos qué es la Alta Sensibilidad, ya sabemos que si los hijos la tienen es por cuestión genética –la nuestra– y ya sabemos qué necesitamos hacer para ellos. Pero ¡¿y nosotras?!
¿Quién nos ayuda a nosotras?
La semana pasada me dolía la cabeza horrible y la respuesta de mi hijo fue, “Uy, qué mal. ¿Y qué hay de comer?”
¿Sabes a lo que me refiero, verdad?
Las mamás debemos de estar al 100% de capacidad 24 x 7 … ¡¿es en serio?! (léase con cara de terror). Es posible que las mamás no–HSP (por sus siglas en inglés o Altamente Sensibles en castellano) puedan, pero nosotras estamos tronando.
¿Qué sí podemos hacer? Aquí hay una lista de 10 tips buenísimos para ir vaciando la tacita de la tolerancia a lo largo del día, y también ¡disfrutar! Recuerda que la vida se nos va en un parpadeo.
1) Toma nota de tu humor
¿Cómo te vas sintiendo a lo largo del día? Puedes darle seguimiento a través de una app o a través de un diario, incluso tu agenda.
Me pasa que después de comer, me da un bajón de energía tremendo. No tomo café porque luego no duermo. Antes comía chocolate. Luego me di cuenta que no era cuestión de comer algo sino de tomar una pequeña siesta de 10 minutos.
Si tu energía esta baja y te forzas, vas a empezar a estar de mal humor y tus hijos la van a pagar cara. Y no es su culpa.
2) Crea un ambiente sano en tu casa y oficina
Por lo general los HSP necesitamos orden y estructura, pero también es cierto que eso necesita energía y seguimiento. Con niños en casa es casi imposible –al menos en mi caso– tener el orden que a mi me gustaría. A veces, me he dado cuenta que solo brinco por encima de los juguetes para salirme al jardín y tumbarme a ver las nubes.
Ten en casa al menos un área, tu santuario, que tienes tus cosas exactamente como lo necesitas.
3) Haz una Rutina de Buenos Días
Levantarnos y salir corriendo es darle la señal a nuestro sistema nervioso central que hay algún peligro y es entrar en amygdala para el resto del día.
Hay mamás que se levantan a las 5am para meditar, hacer ejercicio, darse su tiempo y cubrirse de amor y atenciones, llenar sus cubetas… y luego ya cuidan a los demás.
Hay otras que solo se levantan 20 minutos antes para meditar.
Hay otras que se levantan hacen café y ya que carburan, arrancan el día.
Cada quién es diferente. Pero si es recomendable que encuentres lo que funciona para ti y lo hagas todos los días.
Recuerda que la energía con la que te levantas, será la energía que tendrás todo el día.
4) Trabaja con tus instintos de “descansa–y–digiere”
El “descansar–y–digerir” es lo contrario al instinto de “huir–o–atacar” de la amygdala. Es dejar de estar en Modo Sobrevivencia para entrar al Modo Goza tu Vida.
Es decir, haz lo que te haga descansar y digerir a lo largo del día para surfear una ola y luego la otra. Una cosa y luego la otra. Vivir en el momento presente y respirar cada uno de ellos.
5) Pasa tiempo con animalitos
Científicamente se ha demostrado que los animalitos nos curan. Ya sean caballos, perros, gatos ¡hasta gallinas!
Si no tienes mascotas en casa, puedes ir a un albergue, algún rancho… o parque en donde haya pajaritos. Si quieres poner bebederos para colibríes mejor pon una maceta con flores porque los bebederos tienen pintura roja que los esta enfermando. Lo natural siempre es mejor.
6) Escucha música que te tranquiliza
Estudios científicos demuestran una y otra… y otra vez el efecto beneficioso de la música en nuestros cerebros. ¿Te has dado cuenta de que si estás de mal humor y escuchas una canción en el radio, te pones de buenas? ¿…o al revés?
Una vez estaba toda agobiada por ir al trabajo y el taxista tenía música zen a todo volumen. Tan fuerte que no me permitió hacer 2802384 llamadas que tenía que hacer. Al final del trayecto, estaba tan relajada que ya no me importaba nada. Le agradecí al taxista y salí flotando del auto.
7) Utiliza técnicas somáticas, ya sea en movimiento o meditación
A veces la cabeza le da tantas y tantas vueltas a todo que ninguna técnica funciona. Para eso esta el ejercicio. Cuando unes los movimientos físicos con la respiración es ¡magia!
8) Trabaja con tu sistema de dopamina para ayudar a regular tu respuesta emocional
La dopamina es la hormona que se genera después de un logro o recompensa. Si metes un gol, ganar un partido de tenis… o de ajedrez… ¡PUF! te llenas de dopamina.
Lo interesante es que las Personas Altamente Sensibles no suelen ser motivadas por recompensas externas. De hecho suelen responder de manera distinta hacia la dopamina y generarla de manera diferente también. A veces con una mañana de pintar, leer, escuchar música o hacer ejercicio es suficiente para generar un buen –y sano– shot de dopamina.
9) Respira lentamente
Aaaahhh… la respiración.
Parece que como es automática, sabemos hacerlo… y no. Hay cursos y cursos, hay libros y libros y la ciencia se está volviendo loca atrás de las evidencias de cómo respirar conscientemente cambia TODO.
Ejercicios de Pranayama hay miles. Miles. Ponte a investigarlo y te sorprenderás. Ponte a practicarlo y tu vida cambiará. Garantizado.
Un buen ejercicio es:
Inhala por 4 tiempos
Aguanta 4 tiempos
Exhala por 4 tiempos
2 respiraciones normales
Repite el tiempo que lo necesites.
Y duerme como bebé.
10) Dale prioridad a tus tiempos de descanso
Bueno... en realidad no es fácil pero si prioritario… la casa y los niños pueden gritar. La ropa y los platos sucios pueden esperar. Tu sistema nervioso, no. Date tus tiempos.
He de confesar que yo me la paso recomendando todo esto y a veces, no siempre, a mi también se me olvida hacerlo y luego la ando pagando con un dolorón de cabeza o una gripa infernal. No, no hagas como yo. ¡Cuídate!
Posiblemente tengas que pasar por un periodo de pruebas y errores, no te desesperes. También en cierto que cuando los niños van al cole es más fácil que cuando no. Usa ese tiempo para cuidar de ti. O saliendo de trabajar, toma a tus hijos, vayan a hacer alguna de estas actividades a un parque y verás. Lo importante es que encuentres lo que funciona para ti y lo hagas.
Haz todas estas cosas, no tanto por necesidad ni como patadas de ahogado (aunque sé que a veces así es) sino por amor. Amor a ti misma y respeto a tu cuerpo –que es distinto al otro 80% de la población.
Mi abuela decía, “La sana compasión empieza por uno mismo.”… y sí. Así es.
Photo by Julia Avamotive: https://www.pexels.com/photo/woman-lying-on-flowers-1070967/
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