"Las personas Altamente Sensibles son genéticamente más susceptibles a la depresión” dice Elaine Aron en su libro “The Highly Sensitive Person”
Hace muchos años, cuando empecé con mi práctica de yoga (que, literal, me la tropecé) me di cuenta que cuando mi cabeza empezaba con frases auto destructivas, lo que yo necesitaba era una sesión de yoga restraurativa. Acostarme de seis formas distintas, respirar profundo y mágicamente mi química corporal cambiaba y la vida volvía a ser casi totalmente linda y bella.
En ese entonces yo no sabía que era HSP (por sus siglas en inglés, Altamente Sensible en castellano), y tampoco sabía que mi depresión era agotamiento. Mi nivel de sobre estimulación estaba desbordado y seguí mi intuición para sanarme.
“(Este rasgo) resulta que tiene niveles más bajos de serotonina a nivel general y se reduce aún más con el estrés”, según Aron. La serotonina es el neurotransmisor que regula el humor, el sueño, el apetito, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y la sensibilidad al dolor. Así que si ves que andas medio inestable en lo anterior, lo que necesitas es aumentar la producción de la serotonina.
La próxima vez que empieces a sentir que la vida no vale nada o que tú no haces las cosas lo suficientemente bien o cualquiera de esas… Acuérdate de una cosa: No es la vida. Estás abrumado. Respira. Descansa.
Al mismo tiempo, dentro de este mismo renglón, nuevos estudios en humanos y changos Rhesus, demuestran que estos niveles bajos de serotonina también tiene sus ventajas, tales como mejor memoria en el material aprendido, mejor toma de decisiones y en general mejor salud mental, precocidad de desarrollo (por eso los niños HSP parecen más maduros que los de su edad), mayor resilencia a largo plazo y son lideres de sus grupos sociales.
O sea que si andas tristeando, ¡relájate! Si ves que no puedes salir adelante, esta bien pedir ayuda.El objetivo principal es conocerte a ti mismo y encontrar una manera sana de estar bien.
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