Cuatro pasos para terminar con el bullying

Cuatro pasos para terminar con el bullying

Hay dos lecciones muy buena tras el bullying y estas son: nos enseña a ser fuertes y a establecer limites. 

La verdad es que en todos lados hay bullys y nuestros hijos los van a encontrar toda su vida. La diferencia de nuestra crianza estará en: si se quedan abajo o si salen adelante.

La televisión, películas, videojuegos, se habla de este tema, lo malo es la forma en cómo se plantea la solución. La mayoría de las veces, los niños están solos y, golpean o matan al bully. Pero eso no funciona. No de raíz. No de fondo. También es cierto que muchos casos terminan en suicidio. Es un tema sumamente delicado. Aquí la palabra clave es: solos. Cuando los niños se sienten solos y sin apoyo es cuando suceden la mayoría de las tragedias.

¿Qué podemos hacer para que nuestros hijos salgan adelante fortalecidos?

Son tres etapas básicas 

1a etapa:

No siempre sucede, pero muchos de los niños bullyados tienen que ver con una parentalidad autoritaria o helicóptero que busca tener a hijos perfectos. Cuando la parentalidad cambia, el niño se fortalece casi como magia, así que te invito a hacer un examen de consciencia: ¿tú, estás debilitando a tu hijo? ¿Cómo? ¿Eres autoritario y esperas que tu hijo obedezca siempre a como dé lugar? ¿Eres helicóptero, ahogas y perfeccionas cada paso de tus hijos?

Es necesario hacer toda una revolución de parental, de consciencia, de táctica, de dinámica familiar, cómo le hablas a tus hijos… respetar sus límites personales… modificar muchas, muchas cosas. 

Puedes empezar con permitir que tu hijo te diga “no gracias“, “No quiero”, “No me gusta”,  “¡ALTO!”, “No me toques.”, “No me hagas cosquillas.”, “No quiero sopa.”

Es necesario porque de ahí va a saber que tiene el derecho a decirlo y después a tomar la fuerza para decirlo fuera de casa. 

2a etapa

Sé que la reacción normal es ir a hablar con las maestras del cole y tratar de hacer toda una revolución que, aunque pudiese funcionar, a tu hijo no le servirá de mucho pues en otro lugar, se encontrará otro niño igual. Es mejor fortalecer a tu hijo, ¿cómo? Puedes empezar con escucharlo.

Después de escuchar atentamente su versión de la situación es importante que le digas lo siguiente:

A)

“Tú no estás haciendo nada malo, ni estás defectuoso. Esto es algo por lo que todos pasamos y es para dos cosas: una estás aprendiendo a socializar y a poner limites y dos, aprenderás a ser fuerte. Este tipo de niños hay en todos lados, es importante que el cambio se presente en ti.” 

B)

“¿Cómo vas a presentar el cambio? Comportándote diferente. Estableciendo limites bien firmes. ¿Recuerdas cómo le gritaste a tu hermano ayer que agarró tus juguetes? ¿O a mi, cuando hice aquello que no te pareció justo? Pues le puedes gritar igual al niño que te molesta. Estas estableciendo limites. Así como te defiendes de tu hermano, te defiendes del bully.”

En esta etapa pueden hacer un Juego de Roles en donde tu eres tu hijo, y él es el bully. Él te hace lo que el bully le hace y tú ejemplificas una reacción. Ejemplo: viene tu hijo / bully y te empuja. Tú lo empujas de vuelta y gritas “¡Oye!”

Después tú eres el bully y tu hijo es él mismo. Y lo enseñas a empujarte de vuelta. Si, ya sé, es poco ortodoxo, pero funciona.

Tras uno de sus empujones puedes decir, “¡Ay! ¡Casi me tiras! ¡Estás muy fuerte!” para darle seguridad.

3a etapa

No todos los niños usan golpes. Hay unos que usan la voz, otro la ironía, otros la indiferencia… otros un empujón… otros el sentido del humor,.. cada Niño es distinto. Busquen juntos su manera única para defenderse y apóyalo. 

Tal vez a nosotros nos gustaría hacer un escándalo en la escuela y él prefiere solucionarlo en petite comite. Es perfectamente válido, siempre y cuando sea seguro. El objetivo es que con tu apoyo y tu fuerza, el solito encuentre la forma de establecer sus límites. 

Después de este proceso, observa detenidamente. Como una 4a etapa, puedes hacer lo siguiente:

Si ya ves que lo intentó, y no puede, entonces ya intervienes de manera más activa. 

Puedes establecer un aviso previo a la escuela para que exista un reporte, pero no enfrente de tu hijo ni del bully, para no empeorar las cosas.

Aquí le das permiso a tu hijo de meterse en los en el cole. Seguramente lo van a regañar, castigar, reportar. Es importante que se sienta apoyado incondicionalmente por ti.

Puedes hablar con las mamás, si lo crees pertinente. Sobre todo para que sepan que no está solo.

Puedes incluso, si ya lo ves muy peligroso, sacarlo de la escuela. Es de Primordial Importancia salvar su salud emocional, psicológica e incluso su vida. Pero, reitero, si tu hijo no se siente fuerte, le va a seguir pasando en otro colegio.

En realidad la única forma es, fortalecimiento desde casa y empoderamiento de acción. 

Lo ideal es detenerlo en cuanto inicia. En el primer, “mamá me están molestando” Ahí. Sin pena, sin miedo, rápido y furioso estableces un límite. “Nadie tiene el derecho a tratarte mal y esto acaba aquí, ¿qué quieres que hagamos? ¿Cómo te ayudo?”

La cuestión no es tanto si lo obligas a seguir yendo a la escuela o no, puedes tomar un día de descanso y preparación para que tome fuerza. La cuestión es que tu hijo se sienta bien fuerte para poner un HASTA AQUÍ. Muchas veces con solo darles permiso a enojarse y meterse en líos es suficiente para que su energía cambie y el bully se detenga. Es muy probable que tengas que repasar estos 4 pasos varias veces. La fortaleza se aprende, es un proceso y necesita de repetición.

Reitero, si ves que el asunto ya va demasiado lejos, es más importante salvar a tu hijo que cumplir con unas boletas.

Nuestro trabajo es como Coach de futbol. Nosotros los entrenamos pero los hijos son los que tacklean a los oponentes. Los festejamos, los animamos, les damos fuerza… Nuestro apoyo, escucha, amor es siempre incondicional y es a través de esto que los niños se sentirán fuertes para tumbar a lo que se les ponga en frente.

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Photo by Mikhail Nilov: https://www.pexels.com/photo/sad-boy-in-gray-sweater-sitting-on-the-floor-7929419/