
Imagina la escena, esta la familia, todos hablando al mismo tiempo, sirviendo la comida, pasando platos y bebidas. De repente alguien dice un comentario de “broma” y la Persona Altamente Sensible (niño o adulto) cambia su rostro. Y no vuelve a interactuar. Y en cuanto puede, se va.
Cuando un HSP (por sus siglas en inglés, Altamente Sensible en castellano) se ‘siente herida’ no es como una persona normal que suelen gritar algo insultante de regreso, o dar un golpe físico o psicológico a manera de “broma” también. Los HSP, en cambio, suelen sacar a las personas, si no pueden sacarlas físicamente, lo harán emocionalmente, por ejemplo, el famoso cerrón de puerta en las narices. Si no la azotan físicamente, lo harán de otra forma, pueden evitar la comunicación tanto como puedan. Incluso verte. Encontrarán cualquier excusa para evitarte.
A diferencia de las personas normales, los HSP actúan diferente cuando están lastimados o sentidos. Pueden incluso tomar una personalidad completamente diferente.
Si estas cerca de ellos y apenas hablan o responden al mínimo, es porque algo no les gustó. Se ven ensimismados. Incluso si hablan, no habrá el mismo entusiasmo que antes. Sus palabras parecerán superficiales. No volverán a ser profundos como antes en ningún tema, seguramente sólo será banal y cortante.
Los HSP suelen tener dificultad para confrontar sus emociones y prefieren aislarse. Toman este tiempo para saber qué sienten, sanarse, perdonar y seguir adelante.
Si el agresor es tan importante para un HSP, posiblemente van a hacer un esfuerzo extra y tratar de arreglar las cosas. Posiblemente te dirán algo para que te des cuenta de lo que les lastimó (en caso de que tú no lo sepas).Tal vez terminen llorando enfrente de ti. Aunque no suelen hacer eso seguido.
En mi caso, con mi mamá. Las veces que traté de confesar mis sentimientos y necesidades, me fue tan mal, recibí tantas críticas que decidí no volverlo a hacer. Me convertí en la hija que ella quería que yo fuera, nuestra relación era perfecta –falsa– y yo no era yo. El problema fue que luego… ya no sabía qué sentía ni qué necesitaba, casi casi no sabía ni quién era yo. Reencontrarme ha sido un camino de muuuuchos años. No hagas lo que hizo mi madre.
Si has notado que tu hijo HSP ya esta aislado y no quiere acercarse a ti, no tomes su silencio como “pues quien sabe qué trae” o “ya se le pasará” o “al menos así no da lata”. Porque él esta sufriendo en silencio. Mejor, haz una cita conmigo para tratar de reconectar y sanar la relación. Tu hijo te necesita más de lo que le gustaría admitirlo.
Una relación sana y profunda es lo que los hijos más necesitan para triunfar en el mundo.
Photo by Wicliff Thadeu: https://www.pexels.com/photo/photo-of-man-sitting-alone-in-the-middle-of-a-train-track-2816893/
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