Si los HSP (por sus siglas en inglés, o Altamente Sensibles en castellano) evaluamos el final de día desde el punto de vista emocional, siempre vamos a sentir que reprobamos. Si el tener un “buen día” esta relacionado con “¿cómo pude reaccionar ante los eventos?” Vale madres.
Vengo del tráfico decembrino, fue una mañana pesada, mucho ruido, mucho movimiento, muchos abrazos, muchas emociones, lágrimas contenidas, vulnerabilidad al tope… le pido a mi hijo que no abra el chocolate derretido adentro del coche, ¿Qué es lo primero que hace?
Con las vestiduras todas pegajosas –tal vez no lo sepas pero lo pegajoso, me da TERROR. Auténtico TERROR…– y el peor humor del mundo llego a mi casa, con hambre, a recordar los 38470302838 pendientes que tengo que hacer.
Estoy limpiado la mesa para sentarnos a comer y el perro se sube a la mesa (si, es un Border Collie, son todo un tema), mi hijo le avienta la pelota que pasa a milímetros de mi cabeza… el perro pasa volando por encima de mi, choca contra la puerta de vidrio que se meneó como si fuera el fin del mundo…
¿Exploté?
Oh… pero claro que si.
Como olla express.
Al borde de la histeria y de la depresión, me busco un rincón quieto y sin perros voladores, y me siento a sentir a mi cuerpo. Todo vibra. Vibra como cuando estás llorando a todo pulmón… pero no lloro.
Si, en estos momentos me siento un fracaso absoluto.
Si no supiera de la Alta Sensibilidad, diría que soy el peor ser humano del planeta.
Sabiendo que soy Altamente Sensible, sé que se trata de Sobre Saturación.
Si esto lo lee (escucha) una persona no altamente sensible va a decir, “Ay, pero qué exagerada”… pero si tu eres Altamente Sensible, sé que me vas a entender. Una mañana cargada de emociones y movimiento es suficiente como para llegar a una crisis existencial.
En un mundo lleno de estímulos, presión, estrés… no es fácil ser HSP.
A veces me pregunto – seriamente – ¿cuántos chocolates necesito para sobrevivir esta vida?
Quisiera echarle la culpa al niño, al perro, al aire… pero, soy yo. Y fue una buena mañana, todo salió bien… gracias al cielo… solo que fue mucho.
Y mucho, a veces para los HSP, no es tan lindo.
¿Te ha pasado?
¿Qué podemos hacer?
Nada.
Literal.
Nada.
Metete a tu camita y ya no veas nada. Ni una peli. Ni el celular. Nada.
Mira al techo si quieres abrir los ojos. O si tienes la cabeza por todos lados, haz una meditación guiada.
Tente compasión.
Sábete Altamente Sensible.
Trátate como tal.
Ya cuando tengas cabeza, ofrece una disculpa a tus hijos… como yo haré con el mío al rato. Y ahí si, vean su peli o lean un libro acurrucados.
La vida es dura. No necesitamos ser más duros con nosotros mismos. Y, como dice Sara White, no metas a tu práctica diaria lo que no quieres en tu vida.
Photo by Gustavo Fring: https://www.pexels.com/photo/mother-going-crazy-with-small-children-at-home-4017408/
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