
Tuve mi primer menstruación a los 12 años. Mi mamá estaba de viaje y yo, a pesar de que ya sabía qué pasaba, estaba asustada. Robé las toallas femeninas a mi mamá y por miedo, me las cambié cada 10 minutos. No le dije nada a nadie. Lo enfrenté sola.
Con el paso de los años me he vuelto, en este tema, más solitaria y más enojada. En realidad me choca, … pues, básicamente… todo. El dolor es la peor parte. La visión machista no ayuda. La visión feminista, que nos obliga a seguir “como si no pasara nada”, menos. La visión de ‘la vida’ … mmmmh… veamos… ciertamente, la regla se le relaciona con la maternidad… de una manera utilitaria, ese sería su función. Pero, podrías preguntarte, ¿para qué 40 años (o más) de tortura mensual para 2 o 3 veces que la vaya a usar? ¿Cuál es el sentido?
En realidad, para responderte, tuve que investigar, porque yo tampoco lo hallaba. Y me he encontrado con cosas muy bellas, en realidad. Lo único que me da coraje es que no se manejen así en mi civilización –y el haberme enterado ¡hasta ahora!
Según Thomas Buckley de la Universidad de Massachusetts, Boston, en su artículo “Menstruation and the power of Yurok women”, en la tribu Yurok de California, durante sus tiempos de “luna”, (mooncicle) o “ciclos de luna”, las mujeres las aíslan. No duermen con sus maridos, no comen con la familia, es más ni siquiera pueden cocinar para los demás.
Se aíslan, no por ser mal humoradas o sucias, si no porque están al máximo de sus poderes. (si… mi mandíbula también se cayó) Por lo mismo, este tiempo precioso no puede ser desperdiciado en actividades mundanas, ni distracciones sociales, nadie -especialmente del sexo opuesto- debe de distraerlas con sus preocupaciones. Al contrario, todas sus energías deben de ser aplicadas en una meditación concentrada en la naturaleza de su vida, “encontrar mi propósito en la vida” y hacia la acumulación de la energía espiritual.
Se meten a un “Refugio Menstrual” para volverse aún más fuertes. Concentrándose en su cuerpo exactamente como es. Poniendo atención en todas las sensaciones y movimientos. Además, donde ellas viven hay un “estanque sagrado para el ciclo de luna” a la que van a bañarse y llevan a cabo sus rituales con beneficios espirituales. Utilizan una madera especial para las fogatas (no es cualquier madera) y todas las mujeres, que sangran en la misma época, se juntan. Ellas dicen que el flujo de la sangre sirve para purificar a la mujer, preparándola para el logro espiritual. Observan que el planeta tierra vive su “ciclo de luna” también. Así que, al sentirse unidas entres las mujeres, la tierra, la luna y el planeta se viven más fuertes, más orgullosas de si mismas –y de sus ciclos.
Dicho de otra forma: toooodo lo que sucede en tu vida, todo, tiene la función de: hacernos crecer y evolucionar. La menstruación, también. ¿Quién lo hubiera pensado?
Hay una escuela que se llama The Red School que ha invertido 10,000 horas en estudios e investigaciones para redefinir el acercamiento hacia la salud de la mujer, creatividad, liderazgo y vida espiritual, y todo gira al rededor de la menstruación. (¡Checa su página esta genial! www.redschool.net)
The Red School dice que la “menses” inicia a la mujer en un camino de intimidad hacia sí misma, en donde encuentra su lugar en el mundo y la unión con lo Divino. “Esto es algo que nos practica”, dicen. Es decir, nosotras no tenemos que hacer nada, ni ir a ningún lado… desde adentro, en automático, somos guiadas hacia una dimensión espiritual. Es una disciplina interna de Alta Jerarquía. Es una guía para el proceso creativo, una apertura para el llamado de tu misión única y una experiencia exquisita de Unión. Para iniciar esta aventura espiritual se necesita de mucha presencia, es decir, observar conscientemente tu ciclo.
El proceso se dice sencillo:
- apunta en qué día de tu ciclo estás hoy y anota qué sientes y qué experimentas –a grandes rasgos.
- aprende a conocer tu propio ciclo
- organiza tu vida alrededor de estos patrones
- respeta y trabaja con la energía de cada día de tu ciclo
Si, ya sé… se oye complicado. Para ponerte un ejemplo, esto lo ha escrito Laura Paskell–Brown, en su página Doula For Your Soul. com. Cada mujer es diferente… la idea es que conozcas tu ciclo y navegues las olas de la luna más suavemente.
Según Laura, los días de su ciclo son así:
Días 1-4
Se considera el día 1, el primer día del sangrado que suele ser ligero. Para Laura estos días son como el invierno …un tiempo para guardarse y descansar.
“Si me empujo a seguir marchando en invierno, no puedo florecer en primavera y en verano no habrá frutos.”
Días 5 - 12 es la primavera, es el arranque lento de lo que viene. Siente flores por todas partes, aires nuevos y se vive ligera y gozosa.
Días 12 o 13 es la parte más divertida y espectacular, ya es verano, hay frutos, “soy extrovertida, lista para socializar, iniciar proyectos creativos, ¡es la mejor época!”
Día 21… inicia el otoño. En otras palabras el síndrome premenstrual. Para Laura es la peor parte de su ciclo.
La auto-critica es especialmente ruda y la inseguridad interna inunda cada célula de su ser. Pero las mujeres de la Red School le han enseñado a ver esto de otra manera: como un regalo, pues la auto-critica tal vez esta señalando algo que debe soltar o cambiar en su vida. “Venimos a esta vida a aprender, y esta es la época para hacerlo. Es una oportunidad para sanar, pensar, analizar y aprender.”
“Si solías tener malos días “random” , posiblemente, sean los días 21. Intenta planear, acomodar las cosas y tu vida o eventos sociales para que no suceda nada importante o de vital importancia ese día.” sugiere Laura.
Laura dice que el planeta necesita su invierno tiempo para descansar y restaurar… y nosotras también. “Si te fijas, la tierra tiene los mismos ciclos… si tan solo pudiéramos sincronizarnos y escuchar… En realidad, ¿porque insistimos en que haya frutos todo el año? ¿O pescar todo el año? Hay que darle un tiempo de descanso a la tierra y a los mares. ¿Porque estamos terminando con nuestro planeta? ¿Porque vivimos todas estresadas llenas de dolencias? Porque no estamos dando tiempo para restaurar.
Así que,
* Obsérvate. Escribe. Estudia. Haz tus propios rituales, tu propio Refugio. Descansa.
* Cuando le agarres la onda a la parte práctica, profundiza. Observa tus sueños (los que tienes dormida y los que tienes despierta) ¿qué te están queriendo decir? Habita a tu cuerpo desde adentro, vive de adentro hacia afuera. Escucha a tu corazón, a tu cuerpo, a tus emociones. Atiende tu intuición y actúa acorde. Encuentra tu camino y, ándalo orgullosa y serena.
* Encuentra tu lugar, tu misión, y, en tus buenos días, ¡aviéntate! ¡Tu vida es solo tuya!
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Photo by EKATERINA BOLOVTSOVA: https://www.pexels.com/photo/a-woman-sitting-on-the-couch-while-looking-at-her-daughter-holding-flowers-7358049/
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