Es horrible, nosotros estamos haciendo mil cosas para darles gusto a los niños, cubriendo sus necesidades de la mejor forma, y que no salgan con un “¡Ash! Yo así no lo quería”. “¡Ash! No me gusta.” “¡Ash…!” Sí dan ganas de ahorcarlos. Sí se nos tuerce la tripa. Sí sentimos toda la frustración de la galaxia entera. Es horrible. Te entiendo. Yo me desvivo en la cocina y a ese niño Altamente Sensible, no le gusta nada. Y cada vez, cada día, cada comida, se me retuerce el hígado de ida y vuelta.
No estás sola.
Pero, yéndonos más profundamente, lo que más miedo nos da es que se vuelvan mal agradecidos. Que no valoren todo lo que sí tienen y no sabemos cómo revertir eso, ¿cierto?
Aquí hay tres ejemplos de lo que sí les podemos decir.
1) Cuando tu hija se queja:
“Ash, solo pude jugar una hora hoy.”
Tú le puedes decir,
“Si, te entiendo. Tu querías jugar mucho más tiempo. Es super lindo que hayamos tenido el tiempo para jugar hoy, ¿no crees?”
2) Cuando tu hija se queja:
“Ash, yo quería otro juguete, no este.”
Tú le puedes decir,
“Lo sé, cariño. También estoy pensando que este juguete es genial para lo que queremos jugar ahorita, ¿verdad?”
3) Cuando tu hijo se queja:
“Ash, ¡no quiero eso para comer!”
Tú le puedes decir,
“Gracias por decirlo. Es buenísimo que tengamos comida para elegir, ¿no lo crees?”
Lo interesante es que no estás desechando sus emociones, ni invalidando sus deseos, ni siendo sarcástico o metiendo ideas crueles en su cabeza. Solamente estas girando un poco el punto e vista.
Si te fijas la primer frase, valida. “Lo sé, cariño”, “Te entiendo”, “Gracias por tu opinión”. Al validar lo que hacemos es reconocer que su punto de vista y decirle que sus opiniones son válidas y respetables.
La segunda muestra otra realidad para estar agradecidos. Es buscar lo lindo, es mostrar aquello que sí tenemos.
Muchas veces, cuando otra persona nos hace ver, “No sabes lo afortunada que eres al tener (x)” empezamos a valorar más, ¿cierto? Aquí estamos haciendo lo mismo, mostrando el otro lado de la moneda.
Y es con esa voltereta que enseñamos a los niños a ver las situaciones de la vida desde otros puntos de vista. Estaremos generando adultos con un criterio amplio. ¡Qué maravilla!
Photo by Liza Summer: https://www.pexels.com/photo/pensive-ethnic-shopper-with-debit-card-and-laptop-on-bed-6347709/
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