
8 tips de Cómo establecer límites a l@s hij@s

Existen otro tipos de limites que no tienen que ver con la salud, la seguridad, los principios éticos, etc.
Al mismo tiempo, debemos enseñarlos y asegurarnos de que se llevan a cabo, pero generalmente no sabemos cómo hacerlo sin ser crueles o sin instalar miedo en los niños. Por ejemplo: no brincar con zapatos sobre el sofá. Mi suegra inmediatamente inventaría una historia de terror, “Te vas a caer y romper la cabeza” o “¡te vas a morder la lengua y partirla en dos!” No sé si en verdad tendrá ése nivel de fantasía gore, o mas bien será por sus propios miedos castrantes postrados en manipulación…
En su libro “Peaceful Parent, Happy Kids” la doctora Laura Markham explica 7 formas de establecer limites de manera efectiva y divertida. Enlisto algunos ejemplos partiendo de que, el menor quiere Brincar:
- – Autonomía (la cubeta del control) “Puedes decidir: brincar arriba del sofá sin zapatos o brincar en el jardín sobre el trampolín con zapatos. Tú decides.”
- – Descríbele el “problema” e invítale a crear soluciones en equipo, “¡Te encanta brincar! El problema es que los zapatos traen lodo de afuera y el sofá se ensucia. ¿Cómo lo podemos solucionar?”
- – Invita a que domine, “¡Wow! ¡Qué bien brincas! ¿Crees que puedas brincar así de alto fuera del sofá y hacia el jardín?”
- – Conecta a través del juego, “¡Es la hora de pagar la tarifa del brinco! ¡Dame besos y zapatos!”
- – Cumple el deseo de tu hijo en fantasía, “¿Me dices que vas a brincar tan alto que volarás? (interceptara y hazla volar por el cuarto) ¡Wow! ¡Realmente estas volando! ¡Fiiiuuuummm!” (y le quitas los zapatos)
- – Usa una frase con “YO” para decir lo que necesitas, para que contribuya al bienestar de la familia –o sofá, “Yo veo a un sofá ¡en grave peligro! Necesito tu ayuda para salvarlo ¡rápido!”
- – Recordatorio, “Te acuerdas qué hemos dicho sobre brincar en el sofá con zapatos?” es genuino, a los niños se les olvida.
- – Con niños pequeños tal vez necesites intervenir físicamente, “Te atrapé, pareces frijol mágico. ¡Toing–toing- toing! Muéstrame qué tan rápido puedes brincar hacia el patio.”
Lo que estamos haciendo es:
- Validar, “¡Uf, cuánto te gusta brincar!”
- Poner el limite, “Los zapatos ensucian el sofá. Puedes brincar una vez que te los hayas quitado.”
- Redirigir, “Brinca a mis brazos y te ayudo con los zapatos.”
Otros ejemplos:
- “¿Se te ocurren algunas ideas para recoger tus juguetes?”
- “¿Quiero que me enseñes el conteo regresivo para disparar el cohete y salir volando hacia la regadera.”
- “Es difícil dejar de jugar, y salir de la tina, cariño. Y tú puedes hacerlo. ¿Quieres que te ayude?”
- “¿Quieres aventar algo, verdad? Las pelotas no se pueden aventar adentro. Los peluches sí. Puedes aventar la pelota afuera si eso es lo que quieres aventar, ¿qué prefieres?”
- “Te encanta ver las cosas por la ventana del camión, es súper padre. La regla en el camión es que todos vamos sentados para estar seguros. Te puedes sentar junto a mi o en mis piernas ¿qué eliges?”
Si protesta, que es natural, escúchalo, entiende su punto de vista y repite: valida, pon el limite y redirige. “Si, es padrísimo, pero no es seguro, necesito que decidas ¿dónde te vas a sentar?”
A veces lo que necesitan es tiempo para pensar qué y cómo lo van a hacer. Tras nuestra indicación, ellos protestan. Nosotros no contestamos nada. Durante ese silencio empiezan a acomodar sus ideas y después nos dicen, “Ya pensé cómo voy a recoger mis juguetes, mamá… ¡Mira!”
Recuerda que cuando un niño llora o hace berrinche, NO es que te esta retando, sino que esta triste, enojado, frustrado… o necesita tiempo para planear. El/ella ya entendió lo que has dicho y no le gusta. Entiende su punto de vista y vuélvelo a decir. Dale tiempo para acomodar la instrucción, sus emociones y el futuro. ¡Son muchas cosas!
Si te fijas, en todos los ejemplos esta el factor de la Atención. Los niños siempre cooperan mejor cuando se sienten vistos y aceptados como son. Recuerda siempre que los limites se establecen de manera firme y, al mismo tiempo, conectando con respeto y amabilidad. Algunos de los ejemplos anteriores también aplican un poco de humor y eso le encanta a los niños.
Lectura recomendada: Todo lo que necesitas saber sobre los límites