cheerful woman on grass lawn in countryside
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7 Razones de para qué te sirve saber que eres Hiper Sensible.

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Photo by Şule Makaroğlu on Pexels.com

«Bueno, y ¿para qué te sirve saber que eres Hiper Sensible??»

Me preguntó una amiga, por supuesto, no-sensible.

Mi respuesta: “Básicamente, el saber es poder.”

Poder para:

  1. Darte lo que necesitas –o a tu hijo. Hace dos días fui al súper (para mi ir de compras es toda una odisea emocional), normalmente voy cuando sé que las únicas personas que estarán ahí son las cajeras. Pero ese día, por mil razones llegué tarde, era hora pico en día festivo y el lugar estaba hasta el tope. Llegué a mi casa aturdida y bizca. Me senté en el único pedacito con sol que quedaba en mi patio y tuve la tentación de ir por mi celular, ya sabes, a checar el whatts, el correo, el face… Me detuve en seco. Ahora sé que soy HS, sé que debo darme mis ratos para quedarme bizcamente feliz. En mi solecito. Sola. En silencio. –Antes de que mi niño ¡me brinque encima!
  2. Comprenderte profundamente –o a tu hijo. Una mamá me dijo, “Es que yo no entendía qué le pasaba a mi niña, a veces es súper histérica, a veces es súper dramática por cosas que yo considero “nada”, a veces súper tierna, a veces súper ocurrente, muy muy apegada a mi, a veces con muchos miedos, a veces súper segura y social… no sabía cómo catalogarla, ahora sé que es Hiper Sensible. Ahora ya la entiendo.” No que me encante el “catalogar” a las personas, pero sí me encanta la comprensión.
  3. Quedar mal con la sociedad y si te da la gana, dar explicaciones –o no darlas.
    • Si, yo sé que quedé ir de fin de semana a Chapala, pero tuve una semana de locos, entre ensayos de baile, la presentación fue el miércoles, el jueves hasta el otro lado de la ciudad a entregar los trabajos del concurso, el viernes a calificar el curso, el sábado de festival colonial hasta las 2 de la mañana. Salir ahorita a la terminal de camiones me es… estoy cansada, cansada, cansada, exhausta de ¡no puedo más! Me urge un fin de semana para mi recuperación.”
    • O poder decir el lunes, “¿Era este domingo? Ay qué pena, ¡se me olvidó!”
  4. Saber que no estás solo, que no estás loco y que muchas personas tienen mil historias similares –remedios absurdos y funcionales– de cómo meter a la regadera a los niños Hiper Sensibles que No Soportan el shampoo ni el agua sobre sus cabecitas.
  5. Confiar en tu intuición, saber cuándo una persona te está mintiendo y que ahora lo sabes porque estás especialmente equipado para ello.
  6. Respetar los momentos de “me voy a enterrar a mi cuarto, que nadie me moleste, por favor”. Respetar los ratos de pésimo humor. O los de pésimos resultados. O los que no sabe ni qué quiere porque esta tan sobresaturado que ni picha ni cacha. Respetamos. Damos dos pasos atrás… o seis. Y guardamos silencio.
  7. Sucumbir ante los golpes duros de la vida, sabiendo que cuando regresemos estaremos aún más fuertes. Porque cuando sabemos que no podemos ni debemos ser fuertes, es cuando más fuerte somos.

Todas las personas con las que he compartido esto, ha sido Un Gran Momento en su vida. No sólo el saber qué es sino también, qué hacer… cambia la vida. Totalmente.

Claro que mi amiga no-sensible no se quedó todo este tiempo para escuchar mi chorote. Pronto se fue a saludar a alguien más con abrazo, beso, gritos y alegrías. Yo me seguí en mi rincón, saludando de lejos. Pero su pregunta fue buena. Y la comparto con ustedes –que ¡sí saben para qué sirve J!

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