
11 tips para que tu hijo Altamente Sensible coma mejor

Una gran mayoría de Niños Altamente Sensibles presentan dificultades para comer. Lo que sea. Les afecta la textura, el color, los “negritos”,los “verdecitos”, lo “mushy”, lo “aguado” lo “crocante”, lo “duro”, lo amargo, lo dulce, lo salado, lo crudo, lo cocido…
¡Uf!
Y los papás lloramos.
A nosotros nos decían, “es lo que hay, te lo comes.” “O te lo comes o te lo unto”. “Si no quieres, te sirvo el doble”. o la inmejorable pregunta “¿Prefieres que te lo inyecte?”
En la desesperación, nos sentimos tentados a aplicar los mismos métodos con tal de evitar criar a un remilgoso. Pero algo nos detiene. Estamos viendo a nuestro niño sufrir. Queremos ayudarle pero no sabemos cómo. Sabemos que si nuestro hijo no come, se siente mareado, cansado, ansioso y de el peor humor. Al mismo tiempo sabemos que si come demasiado o los alimentos equivocados, se le nubla la cabeza y no se puede concentrar en la tarea. Sabemos lo importante que es una buena nutrición, pero no podemos empujarle la comida como si fuera ganso de engorda. Tenemos que, además lidiar con nuestra propia frustración. Sabemos que debemos hacer algo pero no sabemos qué.
La comida esta llena de cargas emocionales, propias y heredadas. Y no queremos nada de eso para nuestros hijos. Queremos que se siente a comer rico y que sea un momento de disfrute, pero ¿cómo le podemos hacer cuando el niño se queja de todo?
Una realidad es que las Personas Altamente Sensibles (de cualquier edad) suelen sufrir de asuntos de la digestión. La Alta Sensibilidad, al ser un asunto cerebral y del sistema nervioso, se extiende hacia la pancita también. Todo nos cuesta más trabajo digerir. Y la comida procesada todavía más. Es muy típico encontrar a HSP (pos sus siglas en inglés o Alta Sensibilidad en castellano) con gastritis, colitis, reflujo, etc. Observa bien cuáles alimentos le caen bien y cuáles no para evitar malestares innecesarios.
Aunado a lo anterior, puede ser que también se trate de una inmadurez de la pancita. Cuando mi bebé empezó a dejar la leche, fue un verdadero martirio darle de comer sólidos porque todo lo vomitaba. De 15 a 20 veces entre cada comida. Según el pediatra se trataba de inmadurez de su proceso digestivo. Así que si observas eso en tu bebé, pues es cuestión de paciencia. Y muchos trapos sucios. Ya madurará.
Bueno, antes de entrar a los tips, comencemos por aprender qué es lo que debemos evitar.
1) No te des por vencida, sigue ofreciéndoles los alimentos que no les gustan. “¡Mamá, que ya te dije mil millones de veces que no me gusta la zanahoria!” Le puedes responder algo así, “Las papilas gustativas cambian y posiblemente ya te gustarán.”
2) Nunca sobornes ni premies con comida.
- “5 mordidas más o no hay postre”
- “Come bien… y te llevo al parque.”
- “Ve a tu clase de natación… y te compro un helado.”
- No, no y no.
Ella sabe si tiene espacio para 5 mordidas o no. La sensación de saciedad debe respetarse por sobre todas las cosas -en cuanto a alimentos se refiere- para no descomponerla. Si los forzamos a comer más de lo que les cabe, después dejarán el plato vacío sí, pero también tendrán problemas de sobre peso. El estómago es del tamaño de sus manitas juntas. Si tu niño es pequeño, sus dos manitas son el equivalente a 4 cucharadas. Y si eso es lo que come, está perfecto.
No asocies dos cosas que no están relacionadas. Una cosa es comer. Otra es ir al parque. Y eso, es un chantaje.
A la clase de natación debe ir porque es importante el ejercicio. Si después le quieres comprar un helado es por que tú así lo deseas. Una cosa no tiene nada que ver con la otra.
3) Evita discutir, aleccionar, dar rollos mareadores, etc., a la hora de comer.
Si tienes algo importante que decir hazlo en el auto, en la sala, antes o después de comer. No durante la ingesta de alimentos.
4) “Espalda derecha, codos fuera de la mesa, no hables con la boca llena, no hagas cochinadas, no grites, espalda derecha, que comas con los cubiertos, ¿Cuántas veces te tengo que decir que espalda derecha?”
Los modales se dicen una vez por comida, “Recuerda que los codos van fuera de la mesa”. Lo demás se enseña con el ejemplo.
5) Comida chatarra, colorantes, sabores artificiales, embutidos, comida procesada, químicos en general… Evita también café, coca-cola, té verde o negro.
En realidad son malos para todos. Nadie los debería ingerir, pero a los HSP les es mucho más difícil procesarlos. Son sumamente estimulantes y se van derechito al sistema nervioso central.
6) ¡Evita el azúcar! ¡¡a toda costa!!
El azúcar procesada es un químico sumamente dañino para la salud y el activador automático del Monstruo de Tazmania interno de nuestros hijos. Incluso, a algunos niños los mal diagnostican con Síndrome de Hiperactividad solamente por el azúcar. Cuando cambian su desayuno a proteínas y grasas sanas (aguacate, nueces) “mágicamente” se curan. Una buena alimentación puede hacer una gran diferencia en su comportamiento.
7) Ganar la batalla.
Sí, posiblemente ese día ganaste la batalla y el niño se comió el brócoli. Pero has perdido la guerra. Y el Apego Seguro. Tu relación se verá afectada. Y a la larga, no volverá a comer brócoli.
Recuerda que la Alta Sensibilidad es un rasgo para la sobrevivencia de las especies. Ellos no están seguros de querer introducir ese objeto extraño a su cuerpo hasta no estar 100% seguros de que no los va a matar. Por eso actúan con tanta cautela. Es por esta razón que todo les es “sospechoso”. Necesitan ver que el brócoli, en realidad no mata y para eso necesitan ver que tú te lo comes. Así que, si quieres que tus hijos coman de todo, tú tienes que comerlo también.
Y esto me leva a los tips de lo que sí debemos hacer:
1) Guía con el ejemplo.
Los hijos no hacen lo que les decimos que hagan. Hacen lo que nosotros hacemos. Psicología elemental.
2) Ofrece comida que le gusta y la que no
“¿Quieres el espagueti de siempre y qué quieres de verdura?”
Es necesario ofrecer de 15-20 veces, antes de que decidan si la quieren probar o no.
3) Permite que jueguen con la comida
- -tacto
- -olor
- -color
- -texturas
- -una exploración a fondo
- -cortarla en diferentes formas o pedazos “¿En cuántos pedazos la quieres cortar?” “¿Quieres hacer rueditas o cuadritos?”
- Felicítalos por explorar la comida.
- A estas alturas no es necesario que se la coman. Es parte de sentirse cómodos ante algo que van a introducir a su cuerpo. “Gracias por explorar el brócoli. Son interesantes sus diferentes texturas, ¿verdad?”
4) Ofrece opciones o pregunta “¿Qué quieres de comer hoy betabel o coliflor?” “¿Carne molida o pollo?”
Puedes incluso sentarte con un libro lee recetas lleno de fotografías apetitosas para que ellos elijan lo que se les antoja. Eso a mi me funciona de maravilla. Hacer esto les da control sobre de sus vidas. Es mucho más difícil que decidan no probar algo que ellos escogieron.
5) Cuando ya tengan la edad, permite que cocinen contigo.
“¡Uy! ¡Te quedó buenísima la polenta con verduras! ¡Tienes buena mano! ¿La quieres probar?”
Es muy difícil que digan que no.
Es más importante la felicidad y la salud que el cochinero. Después les enseñas a limpiar. Otro día. Con más calmita.
6) Que la comida sea un tiempo agradable, platiquen a gusto, de cosas lindas.
Puedes hacer preguntas como, “¿Cuál ha sido tu parte favorita del día?” “¿A quién ayudaste hoy?” “Si pudieras ir a cualquier parte del mundo, ¿a dónde irías?”
7) “Escucha a tu cuerpo, si no te late, esta bien.”
Esta es una lección muy importante. Da conexión e integridad interna. De aquí surgen los cimientos internos inquebrantables: si no te late, no lo hagas. Y esto inicia al decidir no comerse un mango hasta no inyectarse drogas. Necesitan tener el derecho a decir, “no, gracias”.
8) Ve despacio en los cambios de dieta.
Si apenas está dejando la lechita, dale tiempo y oportunidades para acostumbrarse a lo nuevo.
9) Dieta balanceada, verduras, fruta, proteína, carbohidratos complejos (arroz integral, cous-cous, quinoa), semillas, nueces (si no les da alergia), ¡cuidado con los lácteos! Hay mucho HSP intolerante o incluso alérgico a varios alimentos. Observa bien.
Una dieta de pan y azúcar, solo traerá mas problemas médicos a un cuerpo HSP.
10) Recuerda que la licuadora es tu mejor amiga.
Puedes hacer trampa y en los frijoles que tanto le gustan, meter puré de coliflor. Hay recetas de bownies con puré de espinaca. O hot cakes con puré de zanahoria. Han sido el salva vidas para mí. Lo interesante es que cuando crecen, comen sus verduras sin problemas porque llevas años orientándolos hacia el lado adecuado; su cuerpo sabe lo que le cae bien.
11) Tú relajada, que no vean que es un asunto que te agobia.
Lo que les ofrezcas que sea sano. El primero interesado en sobrevivir es tu hijo, así que de hambre, no morirá.
NOTA ADICIONAL: a veces también es importante enseñarles que comer algo que no les gusta, es necesario. Una amiga ha sido carnívora toda su vida. Después de 30 años tuvo tantos problemas de salud que se tuvo que convertir en vegetariana, pero ella no está dispuesta comer algo que no le gusta. Su dieta consiste en refrescos y papitas . ¿Te imaginas los problemas de salud que tendrá en unos 10 años? A veces enseñarle a nuestros hijos que comer algo que no nos gusta es necesario para conservar la salud. Esto se enseña cuando ya son más grandecitos.
“Entiendo que la fruta no te gusta, pero es necesaria para ir al baño, ¿cuál prefieres? manzana, papaya, pera, mango, ciruela, durazno… o pasitas o ciruelas o jícama… debes elegir una.”
En realidad la comida es un aspecto más para fortalecer nuestro Apego. Asegurarnos que sea Seguro y que para nuestros hijos la comida -y la vida- sea una experiencia de amor, creatividad y unión familiar.